Aumente la eficiencia de su proceso con Bürkert

Bürkert tiene dos productos distintivos que destacan la amplitud de los productos que ofrecemos. Por un lado, tenemos nuestras válvulas de diafragma de tubo hidroconformado, que proporcionan una alternativa higiénica a las válvulas forjadas. Mientras que, por otro lado, tenemos el caudalímetro FLOWave tipo 8098 multiparamétrico. Ambos dispositivos ofrecen ahorros significativos en cuanto a coste, consumo energético y peso.

Válvulas de diafragma de tubo hidroconformado

Bürkert ha sido pionero en la fabricación de válvulas utilizando tecnología de hidroconformación, que es una tecnología altamente contrastada. Normalmente, una válvula de diafragma está hecha de una pieza de acero inoxidable forjado que es bastante pesada. Una válvula de dos pulgadas probablemente pesa alrededor de cuatro o cinco kilogramos. Hacer una válvula de acero inoxidable requiere una gran cantidad de energía para la forja, una gran cantidad de mecanizado y genera mucho residuo de este proceso. No es una forma particularmente respetuosa con el medio ambiente.

A la industria farmacéutica no le gustan las juntas en las tuberías porque pueden dejar una cavidad o protuberancia dentro de las tuberías donde las bacterias pueden acumularse. Por este motivo, a menudo es preferible soldar las válvulas en la tubería, así se eliminan posibles contaminaciones y los procesos de limpieza son más fáciles y más efectivos. El problema aparece cuando se ha de soldar una válvula forjada a una tubería, estos tienen una composición química diferentes, que hace que la soldadura no sea sencilla. Además la diferencia de masa aporta una rápida disipación de temperatura en la válvula de tubo en comparación con la válvula de forja.

Con la válvula de diafragma de tubo hidroconformado Bürkert, la válvula está hecha exactamente del mismo material que el tubo. Esto hace que simplemente se estén soldando dos piezas de tubo. De este modo, simplificamos el proceso de soldadura y así ahorramos tiempo en la instalación. Tras el proceso de soldadura, hemos de proceder a la esterilización del sistema. Esta, generalmente se realiza con productos químicos y vapor para matar las bacterias. Cuando tienes una mayor masa de acero inoxidable, la válvula de acero forjado, es mucho material a calentar. Se necesita una gran cantidad de energía térmica para calentar esa válvula hasta la temperatura correcta. Así mismo, también lleva mucho tiempo para que se enfríe, de modo que el producto final pueda volver a circular por ella.

Válvula con ahorro de energía de Bürkert

Con nuestra válvula obtenida a partir de un tubo, todo el proceso se calienta y enfría a la misma velocidad y el consumo de energía es menor. Si tienes una planta que tiene 1,000 o 2,000 de estas válvulas, imagine el ahorro energético. Desde el punto de vista del usuario final, estamos ofreciendo algo que es más eficiente energéticamente. En general, si observa la huella de carbono de todo el proyecto, desde la fabricación de los componentes hasta el funcionamiento de la planta, se convierte en una solución mucho más sostenible desde el punto de vista medioambiental.

Desde el punto de vista del instalador, esta es una solución mucho más ligera y fácil de maniobrar. Muchas plantas de fabricación en la industria farmacéutica son modulares. Emplean sistemas compactos, móviles que se interconectan entre ellos. Podría tener 30, 40 o 50 válvulas en un skid relativamente pequeño. Si usa muchas válvulas en una solución modular más ligera, como la que ofrece la válvula de tubo hidroconformado de Bürkert, logrará una reducción significativa de peso.

Eso, obviamente, hace que sea más económico y fácil de transportar, por lo que también hay un beneficio para el fabricante del skid. Todas estas prestaciones suman un ahorro tanto para el fabricante y el instalador como para el usuario final en términos del costes de operación y compra de componentes. Además, gracias al diseño de nuestra válvula de tubo se obtiene un mayor caudal de paso (Kv), esto hace que podamos usar actuadores un poco más pequeños y, por lo tanto, reducir el coste de la válvula, así como el de los recambios, lo cual es otro beneficio.

Medidor de flujo electrónico compacto

Otro ejemplo de una solución innovadora de Bürkert es nuestro medidor de caudal FLOWave. FLOWave está diseñado como medidor de caudal higiénico. Otro medidor de caudal verdaderamente higiénico utilizado en la industria farmacéutica es el caudalímetro Coriolis. Estos son grandes y pesados. Por ejemplo, una solución de dos pulgadas puede medir aproximadamente 1 metro de largo y pesar 20 kg. Mientras que un FLOWave del mismo diámetro tiene menos de 300 mm de largo y pesa alrededor de 3 kg. Esa es una gran reducción de peso y tamaño.

El segundo beneficio que tiene con FLOWave es que no provoca caída de presión / pérdida de carga. Debido al diseño y principio de funcionamiento, un caudalímetro Coriolis, tiene uno o dos tubos vibrantes en su interior. Eso puede inducir una caída de presión relativamente alta. Esto puede ser un problema. Con el medidor de caudal FLOWave, sin embargo, la cámara de medición consta de un tramo de tubo recto, lo que garantiza la menor pérdida de carga posible.

La tercera cosa es que un medidor de caudal Coriolis requiere una gran cantidad de energía eléctrica para su funcionamiento. FLOWave es un dispositivo electrónico compacto con o sin pantalla LCD. Necesita aproximadamente el 10% del consumo de energía de un caudalímetro Coriolis. Una vez más, con el medidor de caudal FLOWave de Bürkert reducimos el consumo de energía, así como el peso.

FLOWave ofrece la alternativa a Coriolis

FLOWave tiene algunos beneficios añadidos más allá de su tamaño, peso y consumo de energía. La tecnología de FLOWave funciona de manera diferente a otros sensores de caudal. La primera versión, los clientes preguntaban si hacía ciertas cosas, y decíamos: "todavía no". Los caudalímetros Coriolis han estado en el mercado durante más de 25 años y ha costado mucho tiempo alcanzar las prestaciones que tienen actualmente.

Estamos desarrollando más actualizaciones de software, que van a abrir nuevas vías en términos de lo que puede detectar y medir. Estos desarrollos nos darán nuevas y emocionantes características. FLOWave ya puede medir la temperatura y detectar cambios en la densidad y la presencia de burbujas de aire o materia sólida dentro del fluido. Esto lleva a nuevas formas de utilizar FLOWave, como permitirle al usuario administrar los cambios de fase que ocurren durante los ciclos CIP y a medir el cambio de fluido o a diferenciar fluidos. Esto normalmente se hace usando un transmisor de conductividad, pero FLOWave puede mostrar y detectar esto, por lo tanto, se está convirtiendo en un dispositivo multiparamétrico, en lugar de simple sensor de caudal.

www.burkert.es

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