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Parker presenta los sensores de presión SCP10 y SCP11 con certificación ATEX para entornos críticos
High Pressure Connectors Europe (Parker Hannifin) lanza los sensores SCP10 y SCP11, intrínsecamente seguros y certificados ATEX, ideales para aplicaciones con hidrógeno en entornos peligrosos.
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High Pressure Connectors Europe, una división de Parker Hannifin, líder mundial en tecnologías de movimiento y control, anuncia hoy el lanzamiento de dos nuevos sensores de presión intrínsecamente seguros, el SCP10 y SCP11. Estos sensores están diseñados específicamente para su uso en entornos peligrosos, especialmente en aplicaciones con hidrógeno. Ambos sensores cumplen con los rigurosos requisitos de certificación ATEX, lo que garantiza la seguridad y fiabilidad en entornos críticos.
El sensor de presión SCP10 está diseñado para su uso con medios líquidos y gaseosos en áreas peligrosas, mientras que el SCP11 está diseñado específicamente para aplicaciones de hidrógeno. Ambos sensores cumplen con los estándares de certificación ATEX para Zona 0 (II 1G Ex ia IIC T4 Ga) y Zona 1 (II 2G Ex ia IIC T4 Gb). El SCP10 además cumple con los requisitos de la Zona 0 (II 1G Ex ia IIB T4 Ga).
Mediante una célula de medición piezorresistiva de acero inoxidable calibrada digitalmente, el sensor SCP10 puede detectar presiones de 1 bar a 1000 bar. El SCP11 maneja presiones de 4 bar a 1000 bar.
Una característica notable de los sensores SCP10 y SCP11 es su diseño monolítico, que elimina la necesidad de sellos internos, mezclas de materiales y uniones de soldadura. Este diseño reduce el riesgo de fugas, asociado con la fatiga del material en las juntas internas, y mejora la durabilidad de los sensores. Además, los sensores son herméticos al vacío y libres de elastómeros, lo que contribuye a la longevidad y la fiabilidad. Los materiales utilizados en su construcción garantizan una amplia compatibilidad con los medios, lo que los hace adecuados para diversas aplicaciones industriales. Es importante destacar que la construcción del sensor SCP11 está diseñada para evitar la fragilización de la superficie del metal debido a la exposición al hidrógeno ionizado.
Ambos sensores tienen una carcasa compacta de acero inoxidable que permite una instalación con ahorro de espacio, incluso en condiciones ambientales adversas. Ofrecen una amplia gama de opciones de presión, señales de salida y conectores, lo que los hace adecuados para varias aplicaciones industriales y móviles.
La introducción de los sensores de presión SCP10 y SCP11 tiene como objetivo mejorar la tecnología de medición para entornos peligrosos. Al combinar seguridad, durabilidad y precisión, estos sensores proporcionan a los usuarios soluciones fiables para operar en condiciones exigentes.
Este lanzamiento se alinea con el compromiso de Parker de avanzar en la tecnología del hidrógeno, un área de enfoque clave, que se dedica al desarrollo de soluciones innovadoras que respalden el crecimiento de las energías limpias.
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