Facilitando la Movilidad Eléctrica en España

Cecilia Medina, gerente de Innovación y Talento de SERNAUTO, introdujo la sesión para, a continuación, dar paso a Juan Antonio Bahillo, socio de Automoción de McKinsey, y Patrick Schaufuss, socio del McKinsey Center for Future Mobility, quienes presentaron las conclusiones del estudio realizado sobre el potencial económico de Europa en la transición al vehículo eléctrico.

Durante la presentación destacaron tres medidas clave con las que Europa podría aumentar sus capacidades para asegurar una participación de alto valor añadido en el futuro mercado de vehículos eléctricos a batería (BEV): impulsar la competitividad del sector con programas de mejora operativa a gran escala; mejorar la colaboración en el ecosistema, implementar acciones estratégicas audaces, y optimizar las condiciones marco, colaborando con los reguladores. Bahillo resaltó la importancia del vehículo eléctrico y la forma en la que debemos proteger la industria del sector en Europa, mientras que, Patrick Schaufuss afirmó que “hay que acelerar la innovación y reforzar la producción local de baterías para seguir siendo competitivos”.

Posteriormente, tuvo lugar una mesa redonda moderada por Cecilia Medina, en la que participaron Arancha García, directora del Área Industrial y Medioambiente de ANFAC; Carlos Bermúdez, gerente de Acuerdos Estratégicos y Posicionamiento de Movilidad Eléctrica en Repsol, y Roberto Hernández, responsable de Subvenciones Públicas y Asuntos Gubernamentales de Bosch España y coordinador del Grupo de Trabajo de “Sistemas de propulsión eléctricos” de la Plataforma M2F. Durante el debate, los expertos analizaron los principales retos que plantea la movilidad eléctrica y aportaron posibles soluciones para impulsarla.

“España tiene varios desafíos en la infraestructura de recarga eléctrica, como la falta de puntos de carga en todo el territorio nacional, destacando la zona rural. Con la adopción de la movilidad eléctrica, se va a reducir la mano de obra en la fabricación de Vehículos eléctricos frente a los de combustión” destacó Roberto Hernández.

Arancha García hizo hincapié en la normativa de emisiones de CO2 y subrayó la importancia de esta para el sector. Por otra parte, comentó que “este reto para los fabricantes viene de hace años y no depende única y exclusivamente de ellos, sino de otros factores que no están bajo el control de los fabricantes. Siendo este un reto mayúsculo que además cuenta con penalizaciones millonarias, en caso de incumplir la normativa”.

Carlos Bermúdez de Repsol comentó el caso concreto de su empresa, donde mostró su preocupación con los plazos de instalación de los puntos de carga. “En Repsol, la instalación de un punto de recarga en una estación de servicio puede completarse en un plazo de tres o cuatro semanas. Sin embargo, el tiempo medio de activación de estos puntos alcanza los 454 días”. “Para cumplir con los objetivos de electrificación, es imprescindible reducir y flexibilizar las barreras que actualmente dificultan la puesta en marcha de esta infraestructura” enfatizó Bermúdez.

Por último, Cecilia Medina destacó la necesidad de que todos los mercados jueguen con las mismas reglas para garantizar una competencia justa en la transición hacia la movilidad eléctrica. Además, recalcó que “aunque la electrificación es positiva para los usuarios, su avance depende del apoyo institucional y de la colaboración público-privada para lograr los objetivos fijados”.

Los expertos coincidieron en la necesidad de un plan urgente para impulsar la demanda de vehículos eléctricos; mejorar la infraestructura de recarga, el número de puntos de carga rápida y, principalmente, el tiempo de autorización de los mismos; y fortalecer la cadena de valor local para garantizar la competitividad del sector.

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