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BOBST News
La ingeniería del futuro: 80 años de innovación en las plegadoras-encoladoras BOBST
En 1942, BOBST presentó la primera plegadora-encoladora, la PCR 382, a su clientes de Suiza y Francia. Hoy la empresa celebra ocho históricas décadas de progreso y desarrollo.
La primera plegadora-encoladora BOBST, la PCR 382Hace algún tiempo, la PCR 382 hizo posible una calidad homogénea de las cajas a escala industrial. Junto con la nueva troqueladora AP900 de BOBST, ha creado una línea de conversión completa de cajas de cartón plegable. Ahora, muchos clientes que invirtieron en las primeras plegadoras-encoladoras del mercado siguen trabajando con equipos BOBST.
La velocidad se ha convertido en un factor clave
Säuberlin & Pfeiffer SA, miembro del grupo Autajon con sede en Châtel-St-Denis, Suiza, es uno de esos clientes. Aunque la empresa cuenta con la última generación de plegadoras-encoladoras BOBST, todavía sigue usando su antigua PCR 382.
A la pregunta de por qué Säuberlin & Pfeiffer ha permanecido fiel a BOBST, el gerente de la empresa contesta: “Apreciamos la estabilidad y la fiabilidad de las máquinas BOBST que además son extremadamente fáciles de usar.”
Incluso utilizando todavía una de las primeras plegadoras-encoladoras, para él no hay comparación con las máquinas modernas. “El ajuste de la PCR 382 está a años luz del de una plegadora-encoladora moderna”, explica.
Los cambios de tarea se han convertido en una etapa crucial de la producción. Además de producir con la calidad y uniformidad que los clientes esperan, Säuberlin & Pfeiffer tiene que lidiar con el hecho de que los pedidos son ahora más pequeños y frecuentes y hay que hacer tiradas más rápidas y cortas.
Por eso, para el jefe de Säuberlin & Pfeiffer es esencial disponer de máquinas cómodas y altamente automatizadas y poder reducir los tiempos de cambio de tarea. “La eficiencia es clave y reducir el tiempo de configuración es un factor esencial para seguir siendo competitivos,” concluye.
La calidad no es negociable
La necesidad de disponer de máquinas fiables es el tema recurrente en la conversación con Carlos Labori, CEO de Envase Gràfico Industrial SA (EGISA), con sede en Barcelona.
Esta empresa fue una de las primeras en invertir en una plegadora-encoladora BOBST en la España de los años 1960. Su PCR 800 fue reemplazada por la nueva tecnología BOBST y hoy EGISA continúa su relación con BOBST.
Pierre Binggeli, responsable de la línea de producto, frente a la plegadora-encoladora del Centro de Competencia de Mex.
“De sus numerosas cualidades, apreciamos particularmente su fiabilidad, durabilidad y modularidad,” dice Carlos Labori. Especializada en envases de alta gama para marcas prestigiosas, la precisión es obligatoria. “La plegadora-encoladora está al final de un largo proceso de diseño y creación y es el momento en que los fallos de las etapas anteriores salen a la luz” prosigue Labori.
Esta fase de la línea de producción es fundamental y contribuye significativamente al objetivo de añadir el máximo valor a cada caja. En un espacio limitado y anticipando las expectativas del cliente, EGISA saca el mejor partido del alto nivel de automatización, de productividad y de precisión de las últimas plegadoras-encoladoras BOBST.
Aunque el proceso básico de plegado-encolado no ha cambiado mucho últimamente, sí ha habido un enorme desarrollo de la eficiencia y precisión de las máquinas. Labori añade que “las máquinas BOBST demuestran que la calidad y la productividad no son excluyentes”. Confía en que su empresa continuará su duradera relación con BOBST porque, dice Labori, “después de adquirir una máquina siempre contamos con el Servicio local que nos proporciona el apoyo necesario, incluso si eso significa tener una pieza de repuesto entregada por un taxi”.
Completar la línea de plegado-encolado
En 1963, BOBST amplió su cartera de plegadoras-encoladoras con la primera máquina procesadora de cajas de cartón ondulado, la DYNAMIC 130. Fue el principio del desarrollo de una cartera dedicada a la conversión de ondulados y de litolaminados. La convertidora de embalajes italiana Fag Artigrafiche Spa, compró una DOMINO 145 en 1999 para mejorar su capacidad de encolado. Esa misma DOMINO 145 sigue en uso hoy, pero Fag ha completado su equipo de máquinas con varias plegadoras-encoladoras más.
En cuanto a la evolución de las máquinas, Mario Gambera, jefe de producción de la planta de Dogliani, comenta “Siempre hemos podido confiar en la precisión de nuestras plegadoras-encoladoras BOBST pero el nivel de automatización de la nueva generación ha facilitado mucho el trabajo.”
La empresa posee dos MASTERFOLD 230, una de ellas equipada con la nueva empaquetadora automática SPEEDPACK, que permite trabajar a máxima velocidad hasta 250 m/min y usar todo el potencial de la línea de plegado-encolado.
De hecho, para Mario Gambera “la mecanización del proceso anterior y posterior a la máquina es y será clave para aumentar la productividad y la calidad del producto final.” Está de acuerdo con la visión BOBST en que la conexión digital de máquinas y personas durante el proceso de producción es un importante paso para el futuro de la conversión.
“Productividad, calidad y versatilidad son las características principales de nuestras plegadoras-encoladoras y todos estos años, BOBST nos ha ayudado a lograrlas con innovación y servicio” concluye Gambera.
Una visión de futuro
“Estamos muy orgullosos de lo conseguido en estos 80 años” dice Pierre Binggeli, jefe de la línea de plegadoras-encoladoras en BOBST. Pierre lleva 20 años en la empresa y ha sido testigo de una importante evolución.
Cuenta que “el elemento humano siempre será un importante factor en el proceso de plegado-encolado, pero las máquinas son hoy mucho más productivas, precisas y flexibles, incorporan un nivel creciente de automatización, y además son fáciles de usar y seguras para el operario.”
Añadiendo diferentes dispositivos, módulos y periféricos a las plegadoras-encoladoras, casi todas las máquinas entregadas estos años son distintas porque se adaptan a las necesidades de cada cliente en particular. Ahora las máquinas más recientes incluyen la digitalización y la conectividad necesarias para entrar en la Industria 4.0.
Así lo expresa Pierre: “Aunque BOBST celebre hoy el 80º aniversario de sus plegadoras-encoladoras, nosotros estamos pensando en mañana totalmente comprometidos con los 4 pilares de la visión BOBST: conectividad, digitalización, automatización y sostenibilidad. Los desafíos económicos y ecológicos de hoy son enormes. Pero estamos determinados a seguir innovando, a seguir en la cresta de la ola y a la cabeza de la ingeniería futura de la industria del embalaje.”
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